lunes, 1 de abril de 2013

¿Por qué me gusta Rothko?


Dedicado a Desayuno con Diamantes que, con curiosidad, 
me lo preguntó


Si dices que te gusta Picasso o que te gusta Van Gogh, no tienes que dar más explicaciones pero, ¿qué ocurre si dices que te gusta Rothko?

Puede causar perplejidad ver sus cuadros por Internet, una acumulación de imágenes en las que se combinan dos colores, uno en la parte de superior y otro en la inferior. 

¿Por qué es ésto Arte? nos podemos preguntar. 

¿Y por qué copiar una imagen lo es? se preguntó él.

Para profundizar en la obra de un artista se debe conocer sus distintas épocas, no una obra aislada, y también su idea del Arte, sus escritos o declaraciones en artículos y entrevistas.  

En sus escritos él relataba su trabajo con niños, a los que no enseñaban a copiar postales sino a trabajar a partir de una idea y desarrollarla. En la clase había todo tipo de materiales y los niños podían escoger con qué trabajarían aquel día y dar expresión a una idea, darle forma y plasmarla. 

¿Se puede plasmar el pensamiento puro?

La abstracción puede provocar rechazo o fascinación pero, antes de optar por una u otra, es conveniente dejar prejuicios al margen, colocarnos ante la obra original, respirar profundamente y experimentar lo que pueda ocurrir. 





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